La desigualdad o la pobreza

El Economista.

21/12/2023

Recientemente, por motivos profesionales, tuve que desplazarme unos días a Bombay. En un receso, hablando de la realidad de su país, algunos colegas nos expresaron su satisfacción acerca de la mejoría socioeconómica general de la que estaban siendo testigos estos últimos años. Ocurre que, aunque los índices de desigualdad práctica-mente no han variado en el periodo 2015-21, el coeficiente Gini, publicado por el Banco Mundial, había pasado de 34,7 a 34,2 en esos años. Y no es solo una percepción subjetiva, sino que, en ese mismo periodo la proporción de personas que vivían en pobreza multidimensional en la India disminuyó, pasando del 24.85% al 14.96%, según datos de la agencia india NITI Aayog. En 2005, la incidencia era del 55,1%, de manera que, según el Programa de la ONU para el Desarrollo y la Iniciativa sobre Pobreza y Desarrollo Humano de la Universidad de Oxford, 415 millones de personas han salido de la pobreza en tan solo 15 años. Aunque siguen existiendo enormes desigualdades.

Me pregunto que va antes en la lucha por el bienestar de nuestras sociedades: la desigualdad o la pobreza. Actualmente el mensaje de la desigualdad, fácil de vender y de entender, esconde cierta perversión. Creo que priorizando la lucha contra la desigual-dad en vez de contra la pobreza, tal y como algunos plantean no sin cierto punto de ventajismo demagógico, corremos el riesgo de “igualar por abajo”. Desgraciadamente, creo que resulta menos complicado repartir que crear riqueza. No podemos caer en la tentación de penalizar el éxito y el esfuerzo y, en ese sentido, debemos reconocer el inmenso activo que supone para nuestra sociedad la existencia de personas con inicia-tiva, dispuestos a asumir riesgos y esfuerzos que deben ser incentivados, para intentar “igualar por arriba”. Yo personalmente no creo que sea negativo premiar a quienes más se esfuerzan o arriesgan incluso si esto supone que sea “desigual por arriba”.

Analizando la evolución de las últimas décadas, incluso siglos, resulta evidente que, en esta sociedad capitalista nuestra, el nivel de pobreza ha disminuido radicalmente, aun manteniéndose desigualdades, pero ¿qué preferimos?, ¿priorizar ser iguales en una sociedad con grandes focos de pobreza? ¿o asumir un grado de desigualdad mayor en una sociedad en la que la pobreza haya desaparecido y todos seamos “suficientemente ricos”? Que tampoco es fácil. Opinen ustedes.

Descargar archivo
Descargar archivo 2
Visite nuestra página de Executive Interim Management.
Compartir artículo
Compartir artículo

Apúntate a nuestro blog de Noticias y Conocimiento

Te has suscrito correctamente.
Algo ha fallado. Por favor, inténtelo de nuevo pasados unos minutos.
By clicking on”Accept all cookies“, you accept the storage of cookies on your device to improve site navigation, analyze site usage and assist in our marketing efforts. Consult our Privacy Policy for more information.