David Rodríguez Rocadembosch, Director de NORGESTION en Barcelona habla acerca de la consolidación de los festivales cómo nuevo activo estratégico para el private equity. En Capital & Corporate Magazine.
El sector de festivales de música ha demostrado una resiliencia notable tras la pandemia, con un crecimiento sostenido en términos de público y facturación. Este comportamiento lo convierte en un activo atractivo para los fondos y compañías discográficas, que buscan márgenes consolidados y con recorrido alcista, capacidad de escalabilidad y conexión emocional con el consumidor. Además, la digitalización ha ampliado las vías de monetización, reforzando el atractivo del negocio de conciertos y festivales musicales.
España combina una elevada tradición cultural con una infraestructura turística consolidada. La estacionalidad de los festivales, lejos de ser un obstáculo, permite concentrar parte de los retornos en periodos de alta afluencia, de forma combinada con una clara tendencia de oferta musical sostenida a lo largo de todo el año. A ello se suma una oferta amplia diversidad de conciertos, festivales, giras, etc., una audiencia internacional creciente y un ecosistema artístico muy dinámico.
Sí, observamos una tendencia clara hacia la concentración, con operadores relevantes integrando festivales regionales o de nicho. Esta consolidación puede aportar profesionalización, eficiencia operativa y capacidad inversora, pero también obliga a preservar la identidad de cada evento. La clave estará en equilibrar escala con autenticidad.
Genera un entorno más profesional y predecible, lo que puede facilitar la financiación y la expansión. Sin embargo, podría también reducir la diversidad de formatos o dificultar el acceso de nuevos promotores si no se cuida la heterogeneidad de la
oferta. La convivencia y equilibrio entre formatos independientes, fondos de inversión y majors es un aspecto relevante dentro de la industria.
La consolidación continuará, especialmente en mercados maduros y fragmentados como el español. Los principales desafíos giran en torno a la integración de equipos creativos, la captación y retención de talento artístico y la adaptación cultural. La gestión post-adquisición e integración es crítica para preservar el valor intangible que cada festival representa.
España ofrece una combinación única de clima, conectividad, cultura y oferta musical y calidad de vida, lo que favorece tanto al público como a los artistas nacionales e internacionales. Además, cuenta con una base de festivales con trayectoria
consolidada, reconocimiento internacional y capacidad de atracción de audiencias globales. Un buen ejemplo de la tracción del sector es el proyecto de la Warner Music Station, un espacio 360º donde convergen la música, los eventos y las experiencias.
Cada operación exige un diseño ad hoc. La clave reside en entender las dinámicas de colaboración entre promotores, titulares de derechos, sponsors y administraciones públicas. Desde NORGESTION, estructuramos estas transacciones con un enfoque integral, identificando todos los stakeholders y anticipando los puntos críticos para que la operación sea viable y sostenible.
Sí, hemos participado activamente en operaciones relevantes como la venta de la promotora y agencia de representación Get In a Warner Music, la unión entre TheProject Music Company y Èxits Management, y más recientemente la venta de
TheProject Music Company a Warner Music, que refuerza su apuesta estratégica en el sector de la promoción y management musical. Esperamos un crecimiento sostenido, con mayor entrada de capital institucional y una profesionalización creciente del sector, sin perder de vista el componente cultural y experiencial.
Absolutamente. Es un sector con márgenes interesantes y un componente emocional que refuerza la fidelización. Para inversores internacionales, los tickets atractivos suelen partir de los 10 millones de euros, aunque las plataformas multi-festival pueden elevar este rango significativamente.
Las principales barreras son de tipo intangible: dependencia de equipos clave, además de un análisis financiero detallado sobre los anticipos que se generan en giras, conciertos, festivales. La anticipación y un enfoque multidisciplinar son claves
para sortear estas dificultades.
El posicionamiento, su recorrido y su trayectoria empresarial refuerzan el valor de las compañías del sector. La marca y la experiencia del asistente son activos esenciales.
También se valora la capacidad de monetización más allá del ticketing (sponsoring, digital, licensing), la profesionalización del equipo y la escalabilidad del modelo. La innovación en formatos y la adaptación a tendencias (como sostenibilidad o inclusión) también son factores decisivos.
Percibimos un interés creciente y consolidado. El sector combina características del entretenimiento en vivo, el turismo y el lifestyle, lo que lo convierte en una propuesta muy completa para los inversores. Su capacidad de generar comunidad, datos y experiencia lo sitúa, incluso, por delante de otros formatos más tradicionales de entretenimiento.